COMO SOY UNA TARDONA, sigo corrigiendo mi novela ambientada en el Berlín de la Guerra Fría. No es la primera vez que vengo a contarte lo friki de la documentación que soy, y probablemente no será tampoco la última. Además, tengo que confesarte que después de varios meses sigo corrigiendo por el primer capítulo (de seis). La cosa es que estoy haciendo varios tipos de corrección simultáneamente y que la que todavía sigue en el capítulo uno es la que llevo más atrasada (y la más complicada): es esa en la que tengo que ponerme a buscar detalles de documentación que no me había parado a investigar en su momento porque preferí seguir escribiendo… precisamente porque son cosas difíciles de encontrar, bien porque son muy específicas o bien porque abarcan temas muy amplios con muchas facetas. El otro día, por ejemplo, me tocó trabajar en una escena en la que un personaje hace un viaje en tren.
Para ponerte en situación, resulta que este personaje tiene que llegar de un punto A situado en Berlín-Este a un punto B situado en Berlín-Oeste. Los dos puntos están bastante alejados el uno del otro y la mejor manera de llegar es en tren. Además, mi personaje está perdidísimo porque no ha estado nunca en Berlín Oeste y en el año 61 no había ni Google Maps ni la app de Deutsche Bahn (que te aconsejo que te descargues si vas de viaje a Alemania porque te va a facilitar mucho la vida).
Continuar leyendo «Documentación extrema (6) | De estaciones fantasma»