CUANDO ESTOY DESANIMADA con lo que escribo tengo dos opciones: o bien me deprimo un poco y me alejo de la escritura por un tiempo, dedicándome a otras cosas, o bien me busco la vida y me dedico a desarrollar la ambientación de la novela en la que esté trabajando para despejarme. Como la segunda opción es bastante más productiva, hace poco me propuse escribir una serie de relatos a modo de spin-off de la novela que voy a publicar próximamente, Esa nube tiene forma de oveja (¡y que ya está camino de la imprenta!).
De ahí surgió el relato Operación Gomorra (precuela de la novela), del que te hablé en este artículo, y que puedes leer gratis al suscribirte a mi lista de correo.
Como en realidad en la novela original ya había establecido que el personaje principal del relato no se encontraba en Hamburgo durante los bombardeos, decidí que un buen recurso para contarlo de igual manera era reflejando cómo le llegaban las noticias de lo que ocurría en otras ciudades. Y la respuesta estaba clara: a través de la radio y los periódicos. No conseguí encontrar ninguna grabación original que informara sobre el bombardeo, así que empecé a rebuscar en hemeroteca).
Me sorprendió extremadamente que, pese a lo que supuso el bombardeo de Hamburgo (el inicio de la destrucción completa de ciudades llenas de civiles, ejemplo que más adelante seguirían Dresden o, sin ir más lejos, Hiroshima y Nagasaki, el incidente apenas tuvo repercusión en los periódicos alemanes del momento. Por ejemplo, no se menciona nada al respecto en las portadas de todos estos diarios, del día 29 de julio (los bombardeos empezaron el 24 y la madrugada del 27 al 28 se dice que fue la peor).
De hecho, las únicas menciones que he encontrado han sido estas dos:
- En el número de Dolomiten (diario de la región de Südtirol, Italia) del 26 de julio de 1943 hay un pequeño epígrafe.
- En el Hamburger Anzeiger (diario local de Hamburgo) aparece este artículo titulado Zwei Tage danach… (o dos días despúes…) en la edición del día 27 de julio de 1943 en el que se ofrece un relato de los hechos y se informa, entre otras cosas, de los servicios que se prestan a los ciudadanos supervivientes.
Cuando Hitler prohibió las letras góticas
Y la segunda cosa que me sorprendió es el uso de esta tipografía gótica tan curiosa.
Cuando subí esta foto a mis historias de Instagram lo hice para quejarme de lo que me estaba costando leer los titulares (que, además, obviamente, están en alemán, lengua en la que yo tampoco soy un portento, así que imagínate la odisea), pero hubo quien me preguntó la razón de que se utilizara… y yo hasta ese momento no me lo había planteado, pero me dije: oye, al final no pude averiguar del todo si había lecheros en Berlín en 1961, pero ¿y si…?
Pues nada, que me puse manos a la obra con la documentación.
La Frakturschrift en los periódicos del nazismo
Desde finales de los años veinte, coincidiendo con el auge del nazismo, se impuso en Alemania el uso en la prensa y en las imprentas de la letra gótica, «Frakturschrift», por considerar que era la letra nacional alemana, ya que había sido promovida por el emperador Maximiliano y utilizada por Lutero y otros dirigentes del protestantismo germano, reservándose los tipos romanos («Antiquaschrift») sólo para pequeños textos o escritos marginales.
De acuerdo con este artículo del ABC, la razón por la que se utilizaba esta tipografía tan agradable a la vista (nótese la ironía) era más o menos la que yo me imaginaba: igual que, mucho después, se glorificaba la música de Bach en la República Democrática Alemana porque se consideraba que el compositor era un referente de la identidad de la nación, esta tipografía gótica se consideraba típicamente alemana y una forma de reivindicar su supremacía.
Lo más curioso de todo es que, el 3 de enero de 1941, un señor llamado Martin Bormann, canciller del Partido Nazi, decretó la prohibición de la utilización de esta tipografía en cualquier texto impreso porque, aparentemente, habían descubierto que en realidad la Frakturschrift había sido creada a partir de la tipografía Schwabach, de origen hebreo, y por tanto debía ser eliminada de cualquier elemento relacionado con el Tercer Reich.
Entonces, ¿por qué seguía estando presente en los periódicos del verano de 1943, dos años más tarde? Pues porque Alemania estaba en guerra y debido a las dificultades económicas derivadas de esta muy pocos periódicos cambiaron sus tipos. Hasta la victoria aliada, con la censura y destrucción del material nazi por parte de los vencedores, no se promovió realmente la utilización de la tipografía Antiqua (infinitamente más fácil de leer).
¿Conocías esta historia? ¿Sueles utilizar periódicos y hemeroteca para documentarte? ¿Tú también estás un poco saturado de las historias sobre la Segunda Guerra Mundial? ¿Sabías algo sobre la Operación Gomorra? Déjame un comentario contándomelo todo, no te olvides de compartir si te ha gustado ¡y suscríbete para no perderte ninguna otra entrada del blog (y para descargar el relato)! Hasta la próxima entrada.
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