EN ESTA VIDA hay varias clases de lectores. Por un lado, están los que cogen el primer objeto que encuentran para señalar la última página que han leído esta noche, antes de apagar la luz de la mesilla. También hay quienes utilizan siempre el mismo marcapáginas, ese que compraron durante aquel viaje tan especial, del que no serían capaces de deshacerse por nada en el mundo. Están los que marcan con pegatinas de colores las páginas que esconden sus citas preferidas, convirtiendo cada historia en un mapa del tesoro. Y, por último, tenemos a los que prefieren dejar su marca en todos los libros que pasan por sus manos: los que doblan las esquinas de las páginas.
Esquinas dobladas
Desventuras y andanzas de la escritora Elena Álvarez