Las ferias del libro siempre me han parecido lugares como de ensueño. De repente, durante un par de semanas al año, las librerías y las editoriales se instalan en esas casetas a pie de calle: mires donde mires, libros y más libros. Mágico, ¿verdad?
El encanto especial de una Feria del Libro
Para muchos profesionales del sector, en realidad supone un gran esfuerzo sacar sus libros a la calle y, llueva o haga sol, mantener abierta su caseta. Muchas veces, significa cerrar la puerta de su negocio, que puede que esté en la otra punta de la ciudad (¡o en un pueblo cercano, incluso!), para llevar sus productos allá donde están sus clientes.
Porque, después de todo, se trata de eso precisamente: de acercar los libros a los lectores. De atraer nuevos lectores con los descuentos que suelen hacerse en las ferias o de conquistar a curiosos con las últimas novedades.
Pero, dirás, ¿no hay más competencia? Si un mismo libro se vende en cuatro casetas, ¿no supone eso una desventaja competitiva para el librero que ha hecho un grandísimo esfuerzo por traer los libros a la feria, en lugar de dejarlos en su escaparate de su librería del barrio, donde es el único negocio que vende libros?
¡Nada más lejos de la realidad! ¿Sabes por qué funcionan los centros comerciales? Si una persona necesita un par de zapatos y va a la zapatería de la esquina, ¿qué pasa cuando no encuentra allí lo que necesita? Que se va a su casa igual que ha venido, con la decepción de no haber podido comprarse su par de zapatos. Sin embargo, si uno va a un centro comercial, es más probable que encuentre lo que busca en una de las diez zapaterías en las que puede entrar. ¿Por qué? Porque lo que suelen hacer esas zapaterías es especializarse: tal vez una vende calzado deportivo y otra, calzado infantil. Mientras que la zapatería del barrio debe tener un poco de todo para poder suplir a todo el mundo, con lo que no tendrá espacio para artículos algo más especiales.
¡Ojo! Que no digo, ni mucho menos, que no debas comprar en los negocios del barrio. ¡Todo lo contrario! Precisamente te animo a detenerte en las casetas de las librerías más pequeñas en la próxima feria del libro a la que te acerques, porque es más probable que, para diferenciarse y aprovechar su ventaja competitiva, sus mesas y estanterías estén repletas de joyas algo menos conocidas pero que, seguro, merecen la pena.
Además, las ferias del libro también atraen a los escritores. Las presentaciones y las firmas son, para nosotros los autores, oportunidades únicas de acercarnos a nuestros lectores y de convencerlos de que le den una oportunidad a nuestra obra. Al fin y al cabo, un libro firmado por su autor se convierte de inmediato en un objeto mucho más valioso que un libro sin firmar: personalizado, para ti o para esa persona a la que se lo vas a regalar, único y especial.
Una feria del libro es, en definitiva, el punto de encuentro entre muchos de los eslabones de la larguísima cadena que forma la industria del libro. ¡Un verdadero sueño!
Un elefante bajo el parasol blanco
Elena Álvarez
Una novela de aventuras en la Indochina de la Segunda Guerra Mundial. ¡Ya a la venta!
Foto de freestocks en Unsplash
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¡Que pases un sábado maravilloso!
Tienes razón en que las Ferias son sitios especiales con un ambiente difícil de conseguir en cualquier otro sitio. No sólo por las hileras de casetas y los libros, sino la presencia de autores (¡son personas!, ¡reales!, ¡y puedes hablar con ellos!, ¡Y TE RESPONDEN!) y todas las actividades que se organizan en ese periodo de tiempo, alrededor. Y ahora tienes te has hecho tu huequecito en una *.* Eres increíble.
Tú sí que eres increíble Tengo una gran suerte de tenerte como amiga, querida Samy ✨