HACE UN PAR DE MESES leí este artículo en el blog de Eduardo Norte: análisis DAFO para escritores. Debo decir que me sorprendió, porque aunque estoy familizarizadísima con los DAFO (creo que junto con la pirámide de necesidades de Maslow son las dos cosas que más trabajé en la carrera) nunca se me habría ocurrido aplicarlo a mi faceta como escritora ¡y como lectora! Pero la verdad es que es una buena idea: es una herramienta económica que normalmente se utiliza en el mundo de los negocios y el marketing, pero podemos utilizarla prácticamente en todos los aspectos de nuestra vida.
Y, sin embargo, precisamente porque he hecho más de una y de dos matrices DAFO a lo largo de los años, también tengo que decirte que no son la panacea y que, por hacer una, no vas a darle la vuelta a tu negocio ni a tu estrategia como escritor de la noche a la mañana. Básicamente este artículo es un desarrollo de la idea que quise dejar caer en este tweet (que obviamente no me cabía del todo), con ejemplos prácticos, que es como me gusta a mí hablar de las cosas.
El famoso análisis #swot también puede servirte si eres escritor (y, en realidad, en todas las facetas de tu vida 😜)
Aunque ¡ojo! Las oportunidades pueden convertirse rápidamente en amenazas (y viceversa), dependiendo todo del enfoque con el que las mires. https://t.co/IIKPJumVOh— Elena Álvarez (@esq_dobladas) 24 de enero de 2018
El análisis DAFO
Para empezar, voy a contarte en dos palabras de qué va esto del análisis DAFO. También puede que te lo encuentres como FODA o SWOT: el nombre no deja de ser un acrónimo de Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades (Strenghts, Weaknesses, Opportunities and Threats), y aunque no sabemos muy bien quién fue el primero al que se le ocurrió la idea, es una técnica de análisis que se lleva aplicando más o menos desde los años sesenta.
En pocas palabras: hacemos una tablita de dos por dos y la fila de arriba corresponde a lo que viene de fuera (análisis externo) y, la de abajo, a lo que tienes dentro (análisis interno); una columna va para las cosas positivas y la otra, para las negativas. Y todo esto se ve mejor gráficamente, así que aquí tienes una matriz DAFO vacía:
(y si buscas un poco en Google te aparecerán millones de resultados explicándolo todo mucho mejor, como este artículo de El autónomo digital o este otro en Emprendedores. Y, por supuesto, en inglés los millones de artículos se vuelven billones o trillones.)
El análisis DAFO en la novela corta
Pero vamos a lo que nos interesa. Como ejemplo, he cogido la novela corta porque:
- He publicado una, que por cierto va de vikingos y se titula Cuando la luna brille.
- Antes de publicar esa he escrito otras muchas (creo que unas quince de las que he escrito en toda mi vida pueden considerarse novelas cortas).
- Tienen muchas ventajas que se pueden analizar, como ya hizo Gabriella Cambell en este artículo.
- Me sirve para hacer dos matrices, una para escritores y otra para lectores.
El análisis DAFO para escritores de novela corta
1. Estructura
Aunque una novela corta puede ser muy compleja en cuanto a estructura, lo normal es que, por extensión, nos limitemos a simplificar y a planificar algo sencillo (F); por eso mismo tenemos que tener cuidado y no pasarnos de simples (D). De hecho, si queremos experimentar con cualquier cosa, no solo con temas de estructura, la novela corta es el formato perfecto para equivocarnos sin grandes perjuicios (O). El único peligro que puede haber en cuanto a esto es uno que yo he sufrido en mis propias carnes, cuando después de haber escrito muchas novelas cortas seguidas (unas diez) me costó horrores retomar el formato de novela larga (A): me había acostumbrado demasiado a quedarme corta con todo y hay historias que no se adaptan a esta estructura.
2. Tiempo de escritura
Por supuesto, cuanto más corto sea el texto, menos tiempo invertiremos en la escritura (F), aunque sea solamente por lo que tardamos en revisar. Puede que, de la emoción de terminar y terminar novelas cortas, te pase como me ocurría a mí hace algunos años, que no dejaba respirar el ritmo lógico de la narración y en todo lo que escribía llevaba al lector con la lengua para afuera, corriendo (D).
Pero si hay una oportunidad clara que tiene la novela corta es la de escribir una saga o una serie de libros. Alrededor del mismo tema o del mismo mundo, puedes sacar nuevas entregas en un período relativamente corto de tiempo y conseguir que el lector se convierta en tu fan asiduo. Aunque también es cierto que, si las novelas cortas no son para ti el pilar principal de tu estrategia como escritor, corres el riesgo de dejarte atrapar por sus cánticos de sirena y olvidarte de esa gran novela que llevas años planeando (A).
3. Personajes
De la misma manera, puede que tengas ya tu gran novela y quieras dedicarle un espacio extra a ese personaje que se quedó poco desarrollado en la historia principal: una novela corta spin-off de la historia original es la idea perfecta (O).
Por el espacio reducido y porque tienes que apañártelas para que ocurran muchas cosas en ese número de páginas, no puedes liarte con el infodumping y tienes que recurrir a estrategias como el show, don’t tell y la descripción de personajes a través de los detalles (F): es un ejercicio que puedes trasladar después a cualquier otro tipo de formato. La desventaja es que puede que te pases con esto y te queden personajes demasiado planos o poco desarrollados (D). Y por esto mismo, hasta puedes caer en la tentación de no desarrollar tus personajes nada de nada, dejarte llevar por los arquetipos y estereotipos de su función en la historia y terminar con una colección de muebles fantástica que no emocione a nadie (A).
4. Argumentario de ventas
La principal oportunidad ya la hemos comentado: engancha a tus lectores con muchas novelas cortas, dales muchos productos que puedan adquirir. Además, terminar las cosas te ayudará a definir tu estrategia y a sentirte mucho más realizado y con capacidad para emprender mayores proyectos (F).
En cuanto a la demanda que existe de este producto, pues bien, no es excesiva (D). Depende del género en el que trabajes, por ejemplo (editoriales como Cerbero o Sportula están apostando mucho por la novela corta fantástica, de terror y ciencia ficción), pero en mi caso, que soy escritora de novela histórica, parece que la tendencia del mercado es a quedarse con los títulos más largos y obviar un poco las novelas cortas.
No sé si estás familiarizado con el concepto de economías de escala: básicamente, cuanta mayor sea el número de unidades que produzcas, menor será la inversión necesaria por unidad (la total suele ser mayor, claro). Pero esto solo se cumple cuando hemos alcanzado un número mínimo de producción: el coste de producir una novela corta es más elevado que el de producir una novela de 1000 páginas (por eso no hay tanta diferencia de precio, lo cual hace que los lectores vayan a por la novela larga, que parece que su dinero les cunde más).
Análisis DAFO para lectores de novela corta
1. Precio
Siguiendo la línea del último punto de la DAFO anterior, si como lector puedes gastarte 20€ en tu próxima lectura, lo lógico es que vayas a por el libro gordo que vale 19.99€ antes que a por la novelilla de 15€. Aunque con un ejemplar estás ahorrándote 4€ (F), si sigues comprando solo novelas cortas terminarás con mucho menos dinero en el bolsillo y un menor número de páginas para leer (A). Y cuando hablamos de ebooks, comprar novelas cortas te sale poco rentable (D), sobre todo las publicadas por editorial, porque el precio suele ser parecidísimo al de novelas larguísimas en las que terminas por recibir más por tu dinero. Y sin embargo el riesgo de equivocarte sigue siendo menor: si no te gusta el autor o la novela, no habrás perdido tanto dinero (O).
2. Variedad
Por eso la novela corta sigue siendo el formato perfecto para experimentar: prueba con autores nuevos, con más autoras, de géneros diferentes (O)… Si eres como yo, de los que nos gusta terminar todo lo que empezamos a leer, no tendrás que aguantar tanto hasta poder parar. Y podrás decir que lees mayor variedad (F). Aunque precisamente por eso, y porque es un formato relativamente sencillo de escribir y planificar (incido en el relativamente, porque no deja de ser una creencia errónea), es el primero que suelen elegir los autores noveles e inexpertos para empezar (A): esto de por sí no es malo, ni mucho menos (todos hemos escrito muchas patatas en nuestro pasado oscuro), pero el problema viene cuando nos decidimos a autopublicar esas novelas que no tendrían que dejar de ser práctica y experimentos y saturamos el mercado con una oferta (D) que, cuando le damos la vuelta a la situación y la vivimos como lectores, agobia y quita las ganas de darle oportunidades a la literatura indie y a los escritores noveles. Porque recordemos que la demanda de novelas cortas es muy baja.
3. Volumen físico /tiempo de lectura
Menos páginas, menos peso y espacio: las novelas cortas, además, por su tamaño más reducido, son perfectas para los trayectos en tren de casa al trabajo (O) y para meterlas en un rinconcito de la maleta cuando nos vamos de vacaciones (F). Aunque es cierto que, si prefieres leer en digital, el volumen físico de la novela es bastante irrelevante (D).
Y en cuanto al tiempo de lectura… menos páginas, menos tiempo. Lo cual es positivo para pasar al siguiente punto, pero… en mi caso, la resaca lectora se alarga y mucho (A): más libros, más problemas para cambiar el chip al terminar uno.
4. Cantidad de lecturas
Porque eso es innegable: libros más cortos, leemos más libros (F). Cumplimos el reto de Goodreads (O), porque a Goodreads le da igual si los 70 libros de este año son los cómics de Astérix y Obélix o la bibliografía completa de Ken Follett (ambos ejemplos que me encantan, por cierto). Podemos caer en una vorágine de leer por leer (A), sin disfrutar de lo que hacemos, por el postureo de seguir subiendo fotos bonitas a Instagram y de decir que hemos leído muchísimo. O te puede pasar como a mí, que debido a ese caso crónico de resaca lectora tardo dos capítulos de media en enterarme de qué va la nueva novela que estoy leyendo (D).
Después de estas 1700 palabras de análisis DAFO y de estos dos ejemplos, y si has llegado hasta aquí, creo que puedo permitirme serte sincera: las matrices DAFO son una herramienta muy buena, pero son mentira. Como has podido ver, he agrupado cada variable bajo una categoría y he analizado esa misma categoría hasta encontrarle una debilidad, una amenaza, una fortaleza y una oportunidad. Y, cuanto más pienses sobre ello y más lo analices, más cositas te salen y más relación le ves a unos puntos con los otros.
También debo decirte que las matrices DAFO son algo que se utiliza para analizar los negocios (es mucho más común hacerte una como escritor, por ejemplo, que como lector), pero por sí solas no sirven para nada. La cosa es ver si hay más debilidades y amenazas que fortalezas y oportunidades, sopesar si te merece la pena seguir trabajando sobre ese proyecto y (¡atención!) buscar la manera de reducir las debilidades y de contrarrestar las amenazas, para que la balanza se incline hacia el lado positivo.
Mi conclusión, en este caso, es simple: escribir novelas cortas es una buena idea, siempre y cuando no escribas solamente novelas cortas (sobre todo si te dedicas a la novela histórica). Y leer novelas cortas también es una buena idea, aunque me gusta alternar con otro tipo de formatos. Vamos, que como decía Aristóteles, en el término medio está la virtud.
Y con esto y un bizcocho (o cualquier otro Postre Literario, que tienen todos una pinta deliciosa), ¡hasta el miércoles que viene! Si te ha gustado el artículo, puedes dejarme un comentario, compartirlo ¡y suscribirte a mi lista de correo!
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Hmmm, a mí particularmente no me entusiasma valorar la /literatura/ como negocio (aunque lo sea), sino más bien como expresión artística, pero saber de este tipo de cositas siempre viene bien. Y qué utópico sería que las personas solo quisieran publicar aquello que de verdad les merece la pena…
Tu blog siempre tan variado como siempre, querida. ¡Un abrazote!
Muy interesante, sabía lo que era un análisis DAFO pero nunca había visto uno puesto en práctica (y mucho menos había visto cómo se demuestra la mentira que supone).
Sólo me queda una pregunta… ¿qué entendemos por novela corta?
Jeje, la pregunta del millón. Es difícil de medir en palabras o páginas, pero yo diría que ¿menos de 40 000 palabras y de 200 páginas? Pero la clasificación daría probablemente para otro artículo igual de largo ¡Gracias por comentar!
Muchas gracias, deja muy claras las ideas este post
¡Me alegro!