Los personajes de John Le Carré

Los personajes de John Le Carré — Esquinas Dobladas

El otro día, con esto de que se cumplían 30 años desde la caída del Muro de Berlín, me dio por ver de nuevo una de mis pelis de la Guerra Fría favoritas: El espía que llegó del frío. La película en sí es una maravilla, como todas las demás de esta lista, y también lo es el libro en el que está basada: The spy who came in from the cold, de John Le Carré.

Es de hecho uno de los libros obligados de cualquier lista de novelas sobre el Muro de Berlín o la Guera Fría. Hace años ya la leí, cuando empezaba a escribir mi novela Esa nube tiene forma de oveja: fue mi primera toma de contacto con Le Carré, el maestro de las novelas de espionaje, y fue también una de las primeras novelas que leí a modo de documentación.

Desde entonces he leído un par de novelas más de Le Carré: todas muy buenas, con muchísima jerga de espías y un vocabulario bastante complejo en inglés que me hace agradecer la función de diccionario de mi Kindle, un montón de viajes e intrigas y, sobre todo, un elenco maravilloso de personajes.

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Cómo escribir el comienzo perfecto

Cómo escribir el comienzo perfecto

HACIENDO UNA COSA que no se debe hacer nunca (cuándo haré caso de mis propios consejos…), estoy intentando arreglar el primer párrafo de la novela que estoy escribiendo. Digo que es algo que no se debe hacer nunca porque no es muy aconsejable ponerse a corregir cuando todavía no está el primer borrador terminado, pero como últimamente estoy escribiendo un poco a rachas (hay días que parece que todo fluye y días que no consigo poner dos palabras juntas) y como (otra de las causas de mi crisis de mitad de novela) tampoco puedo dedicarle a escribir todo el tiempo que me gustaría, me he dicho que tampoco viene mal replantearme un poco el concepto y adónde quiero llegar con esta novela. Porque tener una dirección en la que viajar me ayuda a seguir adelante, pero tener claro de dónde parto también me ayuda a situarme.

Y todo esto me lleva a la primera frase. Ay, la primera frase. La más complicada de toda la novela. Es la frase que debe atrapar al lector, que aún no sabe nada de ti. No sabe nada de tus personajes, no le importa lo que les pase y, si es como yo, ha empezado a leer tu novela porque quiere deshacerse de la resaca de la última que ha leído.

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