Cuando tu novela te pide un conflicto
Muchas veces utilizo las historias que leo y/o escribo para lidiar con mis problemas. De hecho, cuando estoy muy estresada y la ansiedad me puede, suelo ponerme una peli de llorar, porque me tranquiliza pensar que esos personajes que han vivido tal o cual tragedia lo han pasado bastante peor que yo con mis preocupaciones nimias (que suelen ser problemas típicos de primer mundo, además). Es un mal de muchos, consuelo de tontos pobremente disimulado, pero a mí me sirve para relajarme y ver las cosas con perspectiva.