ANTES DE QUE TE lleves las manos a la cabeza y empieces a lanzarme tomates y artículos varios defendiendo las ventajas de Evernote con respecto a cualquier otro invento anterior de la historia de la humanidad, tengo que decirte que he hecho mis deberes y he leído sobre ello (y, lo que es más importante, lo he probado). También querría añadir que por supuesto todo esto que voy a decir aquí está basado en mi experiencia y en la adaptabilidad de cada aplicación a mis necesidades personales como escritora.
Para ponerte en contexto, resulta que yo soy una friki de la documentación. Pero una friki de verdad, porque si ya con doce años (para mi primera patata) me preocupaban cosas como que los menús de los restaurantes a los que iban mis personajes tuvieran platos que existieran de verdad, mi nivel de locura con esto ha crecido con los años y ahora no soy capaz de escribir dos páginas sin pararme a buscar datos o fotos o si había lecheros en Berlín en 1961. Y la cosa es que hoy en día la mayor parte de la documentación se hace por internet (aunque también hay que recurrir a fuentes más tradicionales), y al final el resultado de todo esto es que necesitas un modo eficiente de organizar toda esa información.
Al principio, me conformaba con irme copiando las cosas más importantes en un documento de Word que me imprimía y subrayaba y anotaba hasta que se me deshacían los márgenes, pero como tampoco tengo tanto presupuesto para fotocopias decidí conformarme con hacer una carpetita en los marcadores de mi navegador e ir acumulando allí enlaces. ¿Qué pasó? Los primeros diez, genial. A los veinte, ya empezaba a agobiarme un poco. A los cincuenta (para un solo proyecto) se me perdieron los marcadores porque mi ordenador se volvió loco y (cuando superé el ligero ataque de pánico que me dio y los recuperé) decidí que necesitaba un nuevo método. Los numeré y apunté en una libretita a qué correspondía cada uno: incluso creé un código de colores que también apliqué a los post-its con los que separaba las diferentes secciones de información: amarillo, para enlaces relacionados con la sordera; rosa, para aquellos sobre la RDA y el Muro de Berlín y verde, para todo lo que vino antes (la Segunda Guerra Mundial) y después (la Reunificación Alemana). Pero era todo un caos:
Hasta que me encontré con esta entrada de Raquel en el blog Isla Tintero en la cual me descubría las maravillas de Evernote. Y, claro, como me encanta enredar, busqué un poquito más de información (de hecho, hay bastantes guías de Evernote para escritores muy útiles, como la Yolanda González en el blog Tinta al Sol, esta de Jaume Vicent en Excentrya o esta y esta de la propia web de Evernote) y, al final, me animé a probarlo. Trasladé todos mis marcadores y los clasifiqué por libretas y etiquetas y todo eso… Y sigue siendo un caos. Creo que las principales ventajas que tiene Evernote a la hora de organizar información es que puedes marcar partes de un documento o una web y, sobre todo, el hecho de que guardas el contenido de la web y no dependes de si el autor decide que quiere borrar la página en cuestión.
Al final acabé la novela y todavía tengo bastantes enlaces que no he estudiado a fondo y que es muy probable que no llegue a investigar nunca. Creo que también influye el hecho de que cambié varias veces de método a lo largo del proceso de escritura y que cuando lo trasladé todo a Evernote lo hice de golpe (demasiada información, supongo).
Pues bien, aprovechando el tirón del NaNoWriMo, en noviembre empecé una nueva novela. No requiere tanta documentación como la anterior (no es histórica), pero siendo como soy es inevitable que me ponga a investigar algunos detalles. Y, casi por casualidad, he descubierto una herramienta que nunca me habría planteado podría servirme para organizarme la vida. ¿Que cuál es? Sorprendentemente, Pinterest.
Como escritora, podría enfocar de otras muchas formas diferentes mi Pinterest: en el blog de Julio Pomar, de hecho, hay una lista de todo lo que puedes hacer con tu cuenta. Y, en realidad, en mi tablero para la novela de la Guerra Fría tengo sobre todo imágenes inspiradoras y enlaces varios, pero sin ningún tipo de orden ni método. Simplemente, pineo cualquier cosa relacionada con la RDA o el Muro de Berlín:
Sin embargo, con este nuevo proyecto (el que no es histórico y va de circos), empecé a utilizar el tablero correspondiente de Pinterest como una suerte de carpeta de apuntes. ¡Y me he dado cuenta de que funciona!
Ventajas de Pinterest frente a Evernote
1. Es muy fácil investigar en Pinterest. La búsqueda por palabras clave realmente da resultados que no encuentras en ninguna otra red social.
2. Es eso: una red social: todo el mundo puede ver qué subes a tu tablero y, de alguna manera, participar contigo en el proceso de escritura de tu novela. Además, supongo que la gente se preguntará por qué subo al mismo sitio enlaces sobre la mímica en el ballet y sobre los papeles que necesitas para montar una carpa, así que eso ayuda a crear expectación sobre tu obra. Además, puedes seguir a otros usuarios que pineen sobre los mismos temas que tú ¡y descubrir cosas nuevas!
3. No se trata solo de fotos inspiradoras (que también), sino que cada foto te lleva a un enlace. En realidad la foto y la descripción son un resumen del enlace en sí (a mí me ayuda a recordar de qué iba cada cosa).
4. Cuando guardas un pin (o simplemente cuando haces click en él), te aparecen otros pines relacionados. Esto puede ayudarte a abrir el horizonte de tu investigación, a inspirarte…
5. Puedes tener tableros privados para guardar enlaces que no tengan nada que ver con tu faceta de escritor: por ejemplo, yo tengo un par de ellos con ideas para manualidades (las manualidades y las recetas son la tarjeta de visita de Pinterest).
6. Es muy cómodo guardar cualquier cosa, desde el móvil o tu navegador. ¡Y puedes hacerte una cuenta business (de forma gratuita) y acceder a las estadísticas!
Y para terminar, voy a dejarte una pequeña lista de artículos para que tú también optimices tu Pinterest y le saques todo el partido posible a esta maravilla de herramienta:
- En este artículo (en inglés), Peg Fitzpatrick nos da una visión general de cómo los escritores podemos utilizar Pinterest.
- Aquí y aquí tienes muestras (también en inglés) de diferentes tipos de tableros (¡y siempre puedes usarlos todos!).
- Esto es una completísima lista con ¡30! ideas para mejorar tu Pinterest (también en inglés).
- Si eres principiante, esta es la guía que necesitas para enfocar tu cuenta.
- En Sinjania también nos explican cómo mejorar nuestra cuenta y nuestros tableros.
- Y, por si sigues sin tenerlo claro, esta es una lista de ejemplos reales de tableros de otros escritores.
¿Y tú? ¿Tienes Pinterest? ¿Prefieres Evernote? ¿Tienes otra herramienta maravillosa que supera a estas dos? ¡Cuéntame cuál! Por supuesto, te invito a echarle un vistazo a mi Pinterest. Y, si te interesa conseguir ¡gratis! un ejemplar firmado de mi novela Cuando la luna brille, échale un vistazo a este sorteo en Facebook. ¡Hasta la semana que viene!
- La magia de escribir una novela histórica medieval - 24/11/2024
- Europa después de Carlomagno - 11/11/2024
- Quién lee a un premio Nobel - 11/10/2024
Mi hermano usa Pinterest para las fotos de los tatuajes. No tenía ni idea de que podía usarse así, ¡muy interesante! Muchas gracias por enlazarme y por el artículo, un saludo 😀
Bueno, lo genial de Pinterest es que /también/ puede usarse para eso. ¡Hay mil posibilidades! Gracias por el comentario.
¡Un beso!