DICEN QUE LO PROMETIDO es deuda, y Elena prometió hace un par de semanas que junto con la entrevista de este mes a Victoria Álvarez para la iniciativa #UnAñoDeAutoras tendríamos también un postre literario dedicado a uno de sus libros. Así pues, vengo a cumplir esa promesa.
Si habéis leído la entrevista (y si no, ¿a qué estáis esperando?) sabréis ya que La ciudad de las sombras es la primera entrega de la saga de Helena Lennox y que está ambientada en la India. Lo que tal vez no sepáis es que, además, la historia está plagada de referencias a los diferentes platos y dulces típicos que Helena prueba en ese país. Y para muestra, un hilo.
En realidad, lo difícil fue decidir qué postre hacer. Confieso que al final escogí los churma ladoo simplemente porque me pareció el nombre más exótico. No me arrepiento de mi decisión.
Los churma ladoo de «La ciudad de las sombras»
En La ciudad de las sombras, Helena describe los churma ladoo como«unas pequeñas bolas rebozadas de sésamo que me habían enamorado en el Saraswati». Además tenía como ayuda este tuit donde se explica más en profundidad de qué se trata. No obstante, seguí investigando en internet para asegurarme de que no me faltaba ningún ingrediente. Y terminé por descubrir que hay muchas versiones y variantes distintas, aunque tengan puntos en común. De modo que he intentado traeros una receta fiel al original pero a la vez fácil de hacer y con ingredientes sencillos de encontrar fuera de un mercado de la India.
Ingredientes
- 300 g de harina
- 150 g de sémola de trigo
- 150 ml (aprox.) de ghee*
- 1 vaso (aprox.) de agua templada
- Aceite (para freír)
- 150 g de almendra molida
- 150 g de anacardos molidos
- 100 g de azúcar glas
- Semillas de sésamo
*He puesto un enlace a la receta que yo seguí para hacer ghee, que es una especie de mantequilla clarificada. Sin embargo, he leído que se puede utilizar simplemente mantequilla o margarina derretidas, o incluso aceite de coco.
Preparación
1. En un bol, mezclamos la harina con la sémola de trigo.
2. Añadimos 4 cucharadas de ghee y lo removemos.
3. Vamos añadiendo agua poco a poco (no es necesario que sea un vaso entero) y mezclando hasta obtener una masa lo bastante húmeda como para que no se deshaga al hacer bolitas con la mano.
4. Ahora cogemos pequeñas cantidades de la masa y las apretamos en el puño. No os preocupéis por darle forma bonita, porque luego tendremos que deshacerlas. Lo importante es dividir la masa en porciones iguales y no demasiado grandes.
5. Toca freír las porciones en aceite bien caliente, sumergiéndolas por completo y dejando que se doren durante al menos un minuto.
6. Una vez fritas, dejamos que se enfríen para poder manipularlas.
7. Y ahora toca deshacerlas. Las apretamos entre los dedos para desmenuzarlas y luego, si es necesario, las pasamos por la trituradora hasta obtener algo parecido al pan rallado.
8. A esto tenemos que añadirle la almendra y los anacardos molidos. Se puede variar el tipo de frutos secos o añadir, por ejemplo, pistachos o pasas para darle más textura.
9. Añadimos también el azúcar glas y, si queremos, un toque de especias como canela o nuez moscada. Removemos todo para que quede homogéneo.
10. Por último, vamos añadiendo cucharadas de ghee poco a poco y mezclando hasta volver a obtener una masa parecida a la del principio, pero más húmeda. Con esto haremos las bolitas definitivas.
11. Una vez más, cogemos montoncitos de masa y los compactamos, pero esta vez teniendo cuidado de que queden bien esféricas y bonitas.
12. Solo nos queda rebozar las bolitas en semillas de sésamo…
¡Y receta terminada! Unos churma ladoo para chuparse los dedos mientras nos sumergimos en las páginas de La ciudad de las sombras.
¡Y esta es la receta de abril! En mayo, más, así que no te olvides de suscribirte para no perderte nada. ¡Y hasta el próximo postre literario!
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