¿NO TE HABÍAS ENTERADO? Este año también soy jurado de los Premios Guillermo de Baskerville, organizados por la web Libros Prohibidos (referente de la literatura independiente en lengua española en estos momentos, que por cierto hace muy poquito empezaron con un Patreon para que todos los ayudemos a que sigan apoyando tanto a los autores autopublicados y a los que no lo son pero están empezando con editoriales pequeñitas). Digo que este año también porque ya participé como jurado en la edición del año pasado, aunque en la categoría de Relato Corto, mientras que este lo hago juzgando Novela Corta.
¿Y en qué consiste mi participación? Pues de aquí hasta el día doce de enero voy a leer las cuatro obras que han quedado finalistas en esta categoría, junto con el resto de miembros del jurado, y publicaré en este blog una reseña por obra. De modo que, si no estás indeciso sobre tu próxima lectura y, además, quieres apoyar la literatura independiente, ¡hazte con estas cuatro novelas cortas!
Y, sin más, te dejo con la primera reseña:
«Despertares», Felicidad Martínez
Bienvenidos a Sphère, un lugar donde la ciencia se ha ritualizado de tal modo que ha acabado por convertirse en una religión. Sphère, donde una de las especies inteligentes que habitan el mundo pasa por un periodo difícil, azotada por la hambruna, mientras la otra, en su soberbia, cree haber alcanzado la sabiduría definitiva.
Esta es la historia de Rampante, un explorador que se ha visto forzado a adentrarse más y más en territorio enemigo para robar comida para su familia, y de Colline, una niña con una habilidad inexplicable que pone nerviosos a los filósofos. Ambos despertarán, cada uno a su manera, a una realidad incómoda y aterradora.
¿Se cruzarán sus caminos y hallarán la manera de salvar a Sphère antes de que sea demasiado tarde?
Este es el primero de los libros nominados a los premios que he terminado de leer y debo decir que me he llevado una sorpresa agradable: por la sinopsis parecía que iba a ser una novela muy diferente a lo que realmente leemos una vez que nos sumergimos en sus páginas y lo cierto es que me ha gustado que sea así. No se trata tanto de una novela apocalíptica y de ciencia ficción (aunque lo es, en cierto sentido), como de una novela que utiliza una ambientación distópica para plantear situaciones que no solemos asociar con este género.
Lo que más me ha gustado, sin duda alguna, ha sido precisamente este enfoque: en el mundo en el que se desarrolla la acción (o, al menos, en la parte del mundo poblada por esos humanos con nombres plagados de LL), se da una situación, cuanto menos, curiosa. Hemos leído hasta saciarnos novelas donde todo tipo de cultos religiosos, en muchos casos sectarios, utilizan el desconocimiento y la ignorancia de la población para manipular sus acciones: para controlarlos, en definitiva. Es cierto además que, como lectora asidua que soy de novela histórica, en nuestro pasado tenemos más de uno y de dos episodios en los cuales una iglesia con demasiado poder ha dominado prácticamente todas las áreas de la vida de las personas.
Pues bien, en Despertares, Felicidad Martínez toma ese modelo (el de la Inquisición) y le da un giro que, a mí al menos, me ha parecido tremendamente original: ¿y si es la ciencia lo que controla de esa forma al pueblo? ¿Y si son las leyes de la física las que dictan las normas que ordenan la sociedad? En la novela, niños y mayores acuden a un edificio, que cumple las funciones de templo, a que les expliquen los descubrimientos de física y matemáticas que les ayudarán a comprender cómo funciona el mundo.
Aunque, al final, se trata también de una visión cerrada del mundo, como la que podían tener los señores inquisidores del siglo XVI: tampoco en esta sociedad tan aparentemente avanzada (ilustrada, podríamos decir) se contempla la posibilidad de que haya fenómenos que se salgan de la norma. Es lo que le ocurre a una de las protagonistas, la pequeña Colline, que se verá juzgada precisamente por ser diferente.
Sin embargo, esta novela, pese a ser tan cortita, tiene otra línea argumental: Rampante y Barrigona (tengo que decir que me gustan muchísimo más los nombres elegidos para esta, podríamos decir, raza, que los de Colline y sus conocidos), que pertenecen a un grupo autodenominado los pensantes, y que son los únicos capaces de comprender el terrible peligro que se aproxima al mundo.
No voy, por supuesto, a revelar cómo se entrecruzan exactamente las dos partes de la novela, pero si tuviera que señalar algo que no ha terminado de convencerme sería precisamente lo que ocurre a partir de ese momento en el que Colline y Rampante entran en contacto; veo que quizás a la novela le falte una buena parte del nudo para llegar a ser un texto realmente redondo: mientras que la introducción me parece magistral (sobre todo, quería señalar un diálogo que tiene lugar hacia el principio, entre Colline y su madre, que sirve para situar al lector perfectamente y sin tirar absolutamente del temido infodumping), parece que, una vez que sabemos dónde estamos, nos vamos directamente a la resolución del conflicto, sin detenernos apenas en la acción propiamente dicha. Es por eso que esta novela corta se me ha hecho demasiado corta: me he quedado con muchas preguntas sin respuesta y, quizás, si me hubiese dado tiempo a empatizar o encariñarme un poco más con los personajes, me habría llegado más el final.
En cuanto a temas puramente técnicos, me parecen muy acertadas, por una parte, la manera en la que Felicidad Martínez plantea la intriga sobre la verdadera naturaleza de los pensantes (¡genial uso de la ironía dramática, dando pistas tan buenas al lector!) y, por otra, la caracterización general de Colline mediante el uso de los diálogos (y su evolución a lo largo de la novela). Sí que es cierto que la caracterización del resto de personajes la he visto un poco difusa (por ejemplo, hay un momento en el que el narrador nos intenta convencer de que a cierto personaje se le dan muy bien los niños, pero no es la sensación que me daba leyendo los propios diálogos), aunque hacia el final este problemilla se soluciona.
En definitiva, me ha parecido una novela corta entretenida y muy rápida de leer, con un planteamiento muy interesante. Quizás me ha faltado leer el resto de las Leyendas del Metaverso para comprender del todo el mensaje y la intención de la autora pero, teniendo en cuenta Despertares como entidad independiente, considero que el problema principal es que le faltan unas cuantas de páginas para asentar bien una idea con tanto potencial.
¡Y hasta aquí la primera reseña de Novela Corta de los Premios Guillermo de Baskerville 2017! Muy pronto traeré la siguiente: suscríbete a mi lista de correo para no perderte ninguna. ¡Hasta la semana que viene!
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