¡YA ESTAMOS DE VUELTA de las vacaciones! Empezamos un nuevo curso con ganas y con las pilas cargadas, ¿y qué mejor manera de hacerlo que retomando las entrevistas para #UnAñoDeAutoras? Gracias al parón de verano tendremos este mes dos entrevistas: la correspondiente a agosto y la de septiembre: para empezar con energía, he invitado a doblar esquinas conmigo a la escritora de novela histórica y romántica Elizabeth Bowman, cuya última novela publicada es El corazón de una condesa (Titania, 2017).
Un año de autoras
La iniciativa
Por si acabas de incorporarte al blog, antes de pasar a la entrevista quiero contarte brevemente en qué consiste esta iniciativa tan especial que se llama #UnAñoDeAutoras. Se trata de un proyecto impulsado por María del Mar González Gómez, del blog Escribir Ciencia Ficción), cuyo objetivo, en sus propias palabras, es «difundir, visibilizar y dar a conocer a escritoras de todos los géneros, fundamentalmente de habla hispana, a través de blogueras de nicho». Cada vez hay más gente que ha querido formar parte de este proyecto, lo cual implica que hay más y más autoras que están ganando visibilidad.
Y, por supuesto, para mí está suponiendo una oportunidad única para leer y entrevistar a un montón de escritoras de novela histórica a las que admiro: puedes leer ya el resto de las entrevistas publicadas.
La autora de agosto: Elizabeth Bowman
Esta es Elizabeth Bowman:
Elizabeth Bowman es el pseudónimo de una autora nacida en Galicia en la primavera de 1980.
Lectora empedernida, desde muy joven se sintió fascinada por los clásicos del XIX, especialmente por Jane Austen, Gustavo Adolfo Bécquer y Edgar Allan Poe, a los que convirtió en sus musas inspiradoras. Sus historias suelen situarse en esa época y en ambientes que remontan al lector a escenarios cargados de elegancia y romanticismo.
Sus estudios siguieron otros derroteros para centrarse en la rama sanitaria, no obstante en la actualidad ya no ejerce, y se dedica en exclusiva a su esposo y a su hija, con quienes reside en su Galicia natal en una casita en un pequeño pueblo al lado del mar.
Sus libros son Bésame a medianoche (2013), Inocencia y Perfidia, (Vestales editorial, 2013), Cuando decide el corazón (Vestales editorial, 2014), Adonde vuelan las golondrinas (Vestales editorial, 2015) y El corazón de una condesa (Titania, 2017).
Una de los regalos que me está dando esta iniciativa es la oportunidad de conocer nuevas autoras a través de las propias escritoras entrevistadas: fue la autora de julio, Violeta Otín, la que me recomendó a Elizabeth Bowman, y gracias a ella leí su última novela: El corazón de una condesa.
¡Y me encantó! De hecho, tengo alguna más de sus novelas en mi lista de pendientes (¡y la propia Elizabeth me ha confirmado que tiene otro proyecto bastante avanzado entre manos!). Si lo que estás buscando es una novela romántica donde la ambientación histórica tiene un peso fundamental, que además tiene una trama de misterio y mucho drama, ¡tienes que leerla!
Si no te animas todavía, espero convencerte con esta entrevista:
La primera pregunta es, creo, la más difícil: ¿Por qué empezaste a escribir?¿Qué te hizo decidirte para dar el paso hacia la publicación?
Antes de nada, Elena, permíteme que te dé las gracias por concederme un minuto de tu tiempo y por hacerme un hueco en este bonito espacio. Es un honor para mí compartir mi mundo y los desvaríos que pueblan esta cabecita soñadora con tus lectores y, en definitiva, con todos aquellos que se acerquen a conocerme.
Cierto que la primera es una pregunta difícil 😉
Seguramente muchos autores empiezan a escribir por verse desbordados de tantas ideas, fantasías, locuras y ensoñaciones pululando de continuo por los rincones de su cabeza. Un@ no elige escribir: simplemente necesita escribir, es una cuestión de supervivencia mental; el escritor necesita plasmar en el universo infinito del papel ese mundo interior que le persigue a cada instante, en cada segundo de su vida, amenazando con volverl@ loc@ si no dispone de espacio suficiente para tomar forma y expandirse. Al menos así sucede en mi caso. Necesitaba dejarlo salir, dejarlo que campara a sus anchas, necesitaba dejarlo libre para seguir alimentándolo, era eso o acabar por volverme delirante 😉
Dar el paso hacia la publicación fue un poquito más complicado a causa de las reservas de la autora (una gran tímida enfermiza, en serio, es algo terrible lo mío). Empecé escribiendo historias cortas en un blog, historias cuyos capítulos subía de forma gratuita semanalmente. Los lectores fueron llegando, sumándose al blog y a la lectura cada semana que pasaba, opinando y emocionándose con lo que leían; fueron ellos los que me animaron para que diera el paso y compartiera mis fantasías con otras personas, más allá del blog. Me siento orgullosa de decir que la mayoría de esos lectores siguen hoy en día, años después, a mi lado 🙂
¿Podrías decirme qué es, para ti, lo mejor de ser escritora? ¿Y lo peor?
Lo mejor es siempre el tremendo privilegio de poder compartir tus desvaríos con el mundo, con aquellos que se deciden a conocerlos. Simplemente por eso debemos considerarnos unos auténticos privilegiados. Pensar que tus historias están en el mercado literario al lado de historias de grandísimos autores a los que admiras, pensar que tus letras pueden cruzar el océano y llegar a lectores de la otra punta del mundo es algo… increíble. A mí personalmente me encanta estar en contacto y tener un trato cercano con esos lectores, que me cuenten sus impresiones y me digan lo que les ha parecido. Me fascina saber que disfrutan con lo que leen, que se han emocionado con mis letras, que han reído, que han llorado, que han amado y han odiado. Me encanta cuando me dicen que son capaces de ver en su cabeza todo lo que yo plasmo sobre el papel gracias a la minuciosidad de mis descripciones. También cuando le sacan fallos a la historia, porque las críticas emitidas desde el respeto resultan siempre constructivas y dignas de consideración. Yo al menos las considero.
Lo que peor llevo es la prensa y las redes sociales. Lo primero porque soy, repito: tímida hasta límites insospechados, lo segundo porque soy muy descuidada con las redes y puedo pasar largos periodos de tiempo sin dar señales de vida.
Tienes varias obras publicadas dentro del género romántico histórico: la última, El corazón de una condesa (Titania, 2017). ¿Por qué este género y no otro? ¿Es el tipo de libro que también sueles leer?
Siempre respondo lo mismo cuando me preguntan esto, pero es que realmente es así: Considero que un autor, de un modo u otro, más tarde o más temprano, acaba mostrando las fuentes de las que ha bebido y, en mi caso esta fuente, este alimento, ha sido la novela romántica de época. Primero los clásicos, de los que soy absoluta devota, y más tarde autoras como Lisa Kleypas, Judith McNaught, Elizabeth Lowell, Gaelen Foley, Heather Graham, Johanna Lindsey, Amanda Quick… entre muchas otras. Recuerdo que empecé a leer este género desde muy jovencita, en mi época estudiantil, cuando las novelas llegaban a nosotras a través de editoriales tal como Cisne.
Todas tus novelas están ambientadas en el siglo XIX, ya sea en España, Inglaterra o Estados Unidos. ¿Qué te hizo escoger esta época? ¿Puedes hablarnos de la semilla de alguna de tus novelas?
Es verdad que soy una fanática del siglo XIX, y no necesariamente de la época victoriana. En lo que a mí respecta prefiero la época de Regencia, a principios del siglo.
No sabría decirte el porqué de mi inclinación por el XIX, tal vez sea porque la mayoría de mis lecturas de antaño se situaban en esta época o tal vez porque soy una enamorada del espíritu galante de entonces. Es verdad que para la mujer fue un período muy poco o nada favorable, teniendo en cuenta que no pasábamos de ser meros escaparates de los integrantes masculinos de nuestras familias, una sombra sin voz ni voto en el mundo; es cierto que existía mucha incultura, muy pocas facilidades y demasiada opresión.
Pero soy autora de romance (y una muy sentimental, por cierto), no soy historiadora ni ensayista; teniendo en cuenta esto y el hecho de que prefiero centrarme en aspectos poéticos y bucólicos, manifiesto que estoy sinceramente enamorada de las normas de etiqueta del XIX, del galanteo devoto, del arte del cortejo, del atuendo, de las formas, de la cultura y la elegancia, de los salones de baile, de las costumbres de un siglo que me interesa y me apasiona por igual, de cabo a rabo, pasando por las diferentes etapas.
De todas formas me gusta mucho la época medieval también.
Como escritora también de histórica y, como me gusta definirme, friki de la documentación, tengo que preguntar: ¿cuál es el proceso que seguiste para caracterizar las épocas de tus novelas?
Siempre investigo acerca de la época y el entorno en el que voy a centrar mis historias, creo que es algo que hacemos tod@s las que ambientamos nuestros libros en otra época. Tiro mucho de libros de investigación, de novelas, museos, de lo que sea… Por fortuna, hoy en día tenemos además la facilidad de Internet, donde aprendes infinidad de cosas.
Por ejemplo, en el caso de Adonde vuelan las golondrinas, centrado en la guerra de Secesión americana, me zambullí en páginas americanas que contenían la hemeroteca de aquellos años. Disfruto mucho documentándome porque aprendo muchísimas cosas. Y son los pequeños detalles que descubro los que más me gustan, como por ejemplo cómo se denomina una determinada prenda de ropa, un mueble, qué ingredientes lleva tal o cual comida, qué normas eran las que imperaban en tal o cual ocasión…
Para aquellos que todavía no conocen tus novelas, ¿por qué recomendarías su lectura?
Creo que las mías son historias sencillas (y muy sentimentales) para pasar un rato entretenido, sin mayor pretensión. Historias ligeras que se centran en las relaciones personales, familiares y amistosas de mis personajes, historias costumbristas donde procuro describir hasta el delirio todo lo que rodea a cada personaje (paisajes, entorno, vestuario…) historias para sentir, emocionarse y sentir. Simplemente.
El vocabulario y el estilo que empleo en mi redacción puede recordar al empleado en el XIX y puede, tal vez, resultar arcaico y rebuscado a lectores que no estén acostumbrados a ello. Pero sinceramente es lo que a mí me gusta encontrar en las novelas que leo y es lo que procuro brindar a mis lectores, mi sello.
Ahora, ya como lectora, ¿qué otra novela histórica (o romántica histórica) nos recomiendas? ¿Alguna autora que pudiera formar parte también de esta iniciativa?
Te voy a nombrar a mis autores románticos de cabecera, los imperdibles, los que sigo siempre con absoluta fidelidad. De los vivos, como digo yo: mis favorit@s: Claudia Cardozo, Elizabeth Urian, Yara Medina-Jane Hormouth, Fernando García Pañeda, Olalla Pons, Verónica Martínez Amat, Miranda Kellaway… hace poco descubrí a Nieves Hidalgo y ya soy fan 🙂
¿Crees que existe en la novela histórica una tendencia a invisibilizar aquello escrito por mujeres frente a las historias creadas por hombres?
Antaño fijo que sí; hoy en día te diría que no lo creo. Es cierto que todavía la romántica es considerada por muchos como un género menor, más liviano y de menor calidad, pero gracias a Dios cada día somos más autoras mujeres las que alzamos la pluma en este género.
¿Tienes algún otro proyecto literario en mente para el futuro?
En principio espero repetir en la misma editorial (Titania, con quienes me siento una auténtica privilegiada y mimada), muy muy pronto 😉
Y la pregunta obligada: cuando lees, ¿doblas las esquinas o utilizas marcapáginas?
Nunca doblo una página 😉
Utilizo un marcapáginas personalizado con mi nombre.
Muchísimas gracias, Elizabeth, por haber respondido tan amablemente a todas mis preguntas.
Para descubrir más sobre Elizabeth Bowman, te animo encarecidamente a que leas sus novelas ¡y a que la sigas en redes sociales! Puedes encontrarla en Facebook, Twitter, e Instagram (o echarle un vistazo a este tablero de Pinterest).
Para descubrir a más autoras tan estupendas como Elizabeth, vente dentro de dos semanas a leer la siguiente entrevista (o suscríbete a mi lista de correo para no perderte nada). ¡Hasta el próximo miércoles!
Photo by Guillermo Álvarez on Unsplash
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