NO ES LA PRIMERA VEZ que hablamos de Las carreras de escorpio. En su día os traje la receta de los pastelillos de noviembre, que sigue siendo una de mis preferidas entre todos los postres literarios que he hecho hasta ahora (y que ya son unos cuantos, por cierto). El caso es que me había quedado con ganas de hacer algún postre más de los muchos que se mencionan en este libro, y este mes me he decidido por los rollitos de canela.
Entramos los tres en Palsson’s. Intento mantener cierto aire de dignidad, pero me cuesta horrores no dejarme llevar por el delicioso olor que flota en el aire. El perfume de la canela se mezcla con el de la miel y la levadura. Palsson’s está en la esquina de la calle, y la luz entra a borbotones por sus ventanas. Las paredes están repletas de unas inmaculadas estanterías de madera, totalmente abiertas, con lo que la luz se filtra libremente por los cristales y dibuja grandes cuadrados dorados en el suelo. En los estantes hay pan, galletas, rollitos de canela, pastelillos de noviembre, panecillos dulces y pastas de té.
[…]
Nos quedamos junto al mostrador, donde Bev Palsson canjea dinero por dulces. Finn se compra una cantidad obscena de rollitos de canela con el dinero de Dory Maud.
Nunca había hecho rollitos de canela hasta ahora, aunque sí los había probado. Ya sabía que me gustaban, pero probarlos recién hechos no tiene comparación, y la receta es tan sencilla que merece la pena. Vamos con ella.
Continuar leyendo «Los rollitos de canela de «Las carreras de escorpio»»