Los rollitos de canela de «Las carreras de escorpio»

NO ES LA PRIMERA VEZ que hablamos de Las carreras de escorpio. En su día os traje la receta de los pastelillos de noviembre, que sigue siendo una de mis preferidas entre todos los postres literarios que he hecho hasta ahora (y que ya son unos cuantos, por cierto). El caso es que me había quedado con ganas de hacer algún postre más de los muchos que se mencionan en este libro, y este mes me he decidido por los rollitos de canela.

Entramos los Los rollitos de canela de «Las carreras de escorpio» — Esquinas Dobladastres en Palsson’s. Intento mantener cierto aire de dignidad, pero me cuesta horrores no dejarme llevar por el delicioso olor que flota en el aire. El perfume de la canela se mezcla con el de la miel y la levadura. Palsson’s está en la esquina de la calle, y la luz entra a borbotones por sus ventanas. Las paredes están repletas de unas inmaculadas estanterías de madera, totalmente abiertas, con lo que la luz se filtra libremente por los cristales y dibuja grandes cuadrados dorados en el suelo. En los estantes hay pan, galletas, rollitos de canela, pastelillos de noviembre, panecillos dulces y pastas de té.

[…]

Nos quedamos junto al mostrador, donde Bev Palsson canjea dinero por dulces. Finn se compra una cantidad obscena de rollitos de canela con el dinero de Dory Maud.

Nunca había hecho rollitos de canela hasta ahora, aunque sí los había probado. Ya sabía que me gustaban, pero probarlos recién hechos no tiene comparación, y la receta es tan sencilla que merece la pena. Vamos con ella.

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Los brownies de «El tercer durmiente»

LO QUE VOY A CONTAROS no es ningún secreto: adoro a Maggie Stiefvater.

A la mayoría de la gente, el nombre le sonará de la saga Los lobos de Mercy Falls. A decir verdad, yo misma entré en contacto con Maggie a través del primer libro de la saga, Temblor, siendo adolescente. Sin embargo, no me llamó especialmente la atención y no volví a leer nada suyo hasta muchos años después, cuando la autora hizo una presentación en Madrid del primer libro de su nueva saga The Raven Boys. Fui sin tener ni idea acerca del libro y sin saber tampoco gran cosa de Maggie. Me hacía ilusión conseguir un libro firmado por una autora extranjera, pero no me esperaba mucho más.

Pues bien, me equivocaba: la presentación me encantó, Maggie me pareció fascinante y divertida y me lo pasé genial… hasta que me llegó el turno para que me firmase el libro. Y el problema no fue ella, sino yo, que me quedé totalmente muda. ¿Qué iba a decirle? No sabía realmente de qué iba la nueva novela y no había leído ninguna de las anteriores salvo Temblor, del que casi no recordaba nada. Así que me puse muy roja, sonreí sin decir nada y suspiré de alivio cuando me hubo firmado el libro y pude alejarme de allí.

Me arrepiento profundamente.

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