Hola a todos y ¡feliz 2018! Es un placer empezar un nuevo año compartiendo nuevos postres literarios.
Este mes me he propuesto traeros una receta fácil, que cualquiera podrá atreverse a hacer. Tiene pocos ingredientes y los pasos son muy sencillos, pero el resultado es espectacular (¡y delicioso!).
En cuanto al libro del que he sacado el postre (The madwoman upstairs, de Catherine Lowell), tengo que decir que no está traducido al español, al menos que yo sepa. De hecho, tuve que utilizarlo para un trabajo de la universidad en el que tenía que elaborar un informe de lectura de un libro que no hubiese sido traducido aún; de ahí que en algunas de las fotos se vea que tengo el libro lleno de post-its verdes. De todos modos, se trata de una lectura muy interesante si os gusta la literatura inglesa, y las Brontë en particular. De hecho, el título es una referencia a Jane Eyre (libro del que ya he hablado en su momento con la receta de la tarta de semillas), y todo el libro está lleno de referencias literarias. Pero no os creáis que es un ensayo sobre literatura* ni nada por el estilo: es una novela más bien juvenil protagonizada por la (ficticia) última descendiente viva de las Brontë en la actualidad. Samantha, que así se llama, está ligeramente obsesionada con sus tres famosas antepasadas… y puede que también con su profesor de literatura.
En un momento dado, Samantha y su madre están en París compartiendo un momento de descanso, y su madre la invita a un croissant de almendra. Nada mejor que imitar a Sam y disfrutar de ese mismo dulce junto a un buen libro, ¿no?
Ingredientes
- 200 g de almendras peladas
- 150 g de azúcar glas
- 50 g de azúcar moreno
- 50 g de mantequilla derretida
- 1 lámina de masa de hojaldre
Preparación:
1. Trituramos las almendras con un mortero, una batidora o un molinillo. (A no ser que hayáis sido más listos que yo y hayáis comprado directamente almendra molida.
2. Mezclamos la almendra molida con el azúcar moreno y el azúcar glas.
3. Cuando la mezcla esté integrada, añadimos la mantequilla derretida y removemos bien hasta obtener una pasta densa.
4. Estiramos un círculo de masa de hojaldre y lo cortamos en triángulos como si fuese una pizza.
5. En cada triángulo ponemos aproximadamente una cucharada de la pasta de almendra y la extendemos hasta que cubra casi todo excepto la punta más estrecha.
6. Con cuidado, enrollamos el triángulo empezando desde la base y avanzando hasta la punta.
7. Curvamos hacia adentro los extremos del rollito resultante para darle forma de luna creciente (de hecho, de ahí viene el nombre croissant, ‘creciente’ en francés).
8. Colocamos los croissants en una bandeja de horno y los pintamos por encima con mantequilla derretida o huevo batido para que se doren mejor.
9. Si nos ha sobrado relleno de almendra, podemos espolvorear un poco por encima para decorar.
10. Horneamos los croissants en el horno (precalentado) a 180º C durante 15-20 minutos o hasta que estén doraditos… Et voilà! Unos riquísimos croissants de almendra listos para hincarles el diente.
Si os animáis a probar la receta (y espero que así sea, porque es sencilla y el resultado está de vicio), estaré encantada de que me contéis vuestras experiencias en los comentarios, en Twitter o en Instagram. Y, como siempre, también podéis compartir conmigo sugerencias para los próximos postres literarios.
¡Hasta el mes que viene!
*Sí existe un libro sobre la figura de la mujer en la literatura cuyo título es parecido a este: The Madwoman in the Attic. También se trata de una referencia a Jane Eyre, y es un gran libro (¡tanto en calidad como en número de páginas!) que conozco bien gracias a mi trabajo de fin de grado.
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