Cuando era pequeña, iba cada semana a la biblioteca. Me llevaba a casa dos o tres libros y los devoraba ansiosa para regresar a por más a la biblioteca. En mi casa había libros también, sí (¡por suerte!), pero no tantos ni tan variados (ni tenían tejuelos y el sello de la biblioteca pública, que siempre es un plus).
Ir a la biblioteca era, para mí, todo un acontecimiento. No vivíamos especialmente cerca, así que tenía que esperar pacientemente a que pudieran llevarme, o a que me cuadrara el horario de las actividades de la tarde para poder acercarme un ratito antes de que vinieran a buscarme. En verano, me levantaba temprano para ir a primera hora, antes de que hiciera calor. Y cuando un libro me gustaba mucho, volvía a sacarlo prestado al cabo de los meses para disfrutar de una relectura.
Y aun así, con el paso de los años, dejé de ir a la biblioteca. Varias mudanzas, horarios complicados y una reducción considerable en el tiempo que podía dedicarle a la lectura fueron los principales culpables. También empecé a leer en digital (¡y estoy encantada!)
Pero, casi de casualidad, después de años sin llevarme prestado un libro, hace unos meses he vuelto a descubrir las bibliotecas.
La mejor forma de leer libros gratis en 2022
Porque, dirás, ¿para qué sirve hoy en día una biblioteca? Pues además de para ir a estudiar, muchas de ellas tienen servicios de préstamo de libros electrónicos. Descubrir esto ha sido para mí como un flechazo. He vuelto a enamorarme de las bibliotecas.
Al principio, no te voy a mentir, era un poco escéptica. Me parecía que el proceso iba a ser complicado y que casi me compensaba pagar lo que costara el libro electrónico para descargarlo con un clic directamente en mi lector.
¡Pero nada más lejos de la realidad! Una vez que estás dentro de la plataforma (el único requisito suele ser que seas socio de la biblioteca, y quizás que te desde allí te dén de alta), puedes descargar directamente a una aplicación (que también te sirve para leer, tanto en el móvil o tableta como directamente en el ordenador), los libros que te interesen. No deja de ser un préstamo, de modo que cuando transcurre un tiempo determinado (suele ser entre 2 y 3 semanas, como los préstamos de libros físicos), el libro desaparece automáticamente de la aplicación, sin que tengas que estar pendiente de la fecha para ir a la biblioteca a devolverlo. También son compatibles con algunos modelos de e-Reader (los que aceptan Adobe DRM). Y, hale, tienes tu biblioteca en casa, las 24 horas, todos los días del año.
Pero lo mejor de todo es que es absolutamente gratis. ¡Y legal!
No tardan mucho en tener disponibles novedades y best-sellers y la única pega es que, cuando el libro tiene mucha demanda y todas las copias que el servicio tiene disponibles están prestadas, te toca apuntarte a una lista de reserva y esperar a que esté disponible (suele ser un par de semanas y te mandan un correo avisándote de que ya puedes descargar tu reserva, con lo que tampoco tienes que estar pendiente).
También hace poco he usado por primera vez el servicio de préstamo interbibliotecario, que es la cosa más cómoda del mundo. Si el libro que quieres leer no está en tu biblioteca, te lo traen de otra que sí lo tenga. Si no tienen el libro en ningún sitio, puedes pedir que te lo compren. Y muchas bibliotecas tienen todo su catálogo online, así que todo esto puedes hacerlo sin tener que moverte de casa.
Cómo me habría gustado que hace un par de años alguien me hubiera dicho que leer 50 libros al año era así de cómodo y barato.
Y, por supuesto, además de todo esto, las bibliotecas siguen sirviendo para lo mismo que han servido toda la vida. En mi última visita, coincidí con una niña que iba, de la mano de su madre, a elegir un cuento para llevarse a casa esa semana.
Qué recuerdos.
Un elefante bajo el parasol blanco
Elena Álvarez
Una novela de aventuras en la Indochina de la Segunda Guerra Mundial. ¡Ya a la venta!
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Síiiii!!!!!
Yo las descubrí el año pasado y estoy encantada. Este año me preocupé, porque pasé de ir en transporte público a tener que llevar yo el coche ¡pero resulta que tienen sección también de audiolibros! Así que todavía más ventajas!!
¡Exacto! Yo no había probado lo de los audiolibros hasta ahora, pero también me estoy aficionando a escucharlos de camino al trabajo. ¡Es una maravilla!