Mi rutina como escritora | Objetivo: 700

Mi rutina como escritora | Objetivo: 700

MENTIRÍA VILMENTE si dijera que escribo todos los días. Lo intento, eso sí, pero hay veces que no se puede, porque después de todo tengo una vida (y un horario algo complicadillo) y no siempre es fácil encontrar un huequecito para escribir.

Esto no debería ser excusa, por supuesto, pero si hay una cosa que tengo clara en esta vida es que, al final, siempre vuelvo a las letras. Llevo escribiendo muchos, muchos años, y he pasado por todo tipo de fases (que te voy a contar a continuación, por qué no).

Ha habido, para empezar, (bastantes) momentos malos; en los que ya no quería seguir. Nada de lo que hacía me gustaba y pensaba que todo era una basura. Por ejemplo, cuando me hicieron mi primera crítica de verdad, porque al fin y al cabo a nadie le gusta que le digan lo que hace mal (aunque es la única manera de aprender, así que desde aquí doy fervientemente las gracias a esa persona que me hizo ver que lo que escribía entonces era un horror). O, por ejemplo, cuando tuve que dejar una novela a la mitad porque me di cuenta de que, en realidad, no quería escribirla (y esto es duro: supone abandonar a un bebé recién nacido a la mitad del camino, porque te supone un obstáculo para seguir avanzando).

También ha habido (muchos) momentos buenos, en los que escribir me ha hecho muy, muy feliz. Como cuando una persona en la que confías y sabes que no te va a mentir te dice que le ha gustado mucho algo tuyo. O, bueno, cuando con trece años puse el punto y final a mi primera novela. ¿No te pasa a ti también, que cada vez que te sumerges en un proyecto nuevo te da así como un subidón de alegría? O cuando por fin ves clara una trama que llevaba tiempo resistiéndose. (O cuando horas antes de que se termine el plazo por fin se completa la campaña de crowdfunding que te permitirá ver publicada tu novela).

Y, como no podía ser de otra manera, ha habido momentos en los que no he escrito. Nada de nada. Y estos han sido especialmente duros porque vinieron ya tarde, cuando me había acostumbrado a estar escribiendo siempre. Pero, bueno, me fui a vivir a otro país y no podía llevarme cuatrocientas libretas y notas (y además tampoco es que tuviera mucho tiempo libre, todo hay que decirlo). Al final, después de meses, terminé por adaptarme y, simplemente, aprendí a escribir de otra manera. Y eso, por supuesto, solo me ha ayudado a crecer como escritora y como persona.

Y dirás, todo este rollo, ¿para qué? Pues resulta que este verano tuve otra de esas fases de no escribir nada, pero eso fue por puro agotamiento. Simplemente, necesitaba unas vacaciones, de escribir y de todo (me pasé dos semanas tirada en el sofá sin hacer nada de nada y me sentó estupendamente). Y, si juntamos eso con el hecho de que lo que estoy escribiendo ahora es el proyecto más largo que he afrontado en mi vida (planeo que me ocupe unas 100 000 palabras y, te vas a reír, pero eso es el doble de la extensión media de todo lo que he escrito hasta ahora), lo que nos sale es que llevo ya mucho tiempo con este proyecto y acabo de rebasar la mitad. Que, en realidad, lo que habría que decir es que «ya he llegado a  la mitad, ¡bien hecho!» pero, qué le vamos a hacer, una es un poco pesimista con estas cosas.

Mi rutina como escritora. | Objetivo: 700
Exclusiva: mi progreso a fecha de hoy

De modo que, resumiendo, me he marcado como objetivo el escribir 700 palabras al día (como mínimo). Esto me llevaría a terminar un primerísimo borrador (luego, por supuesto, tendré que sumergirme en un arduo y trabajoso proceso de corrección, porque recordemos que cambié de narrador en la página 68 y además soy una insegura patológica y hay demasiadas cosas sobre las que todavía tengo que documentarme, pero eso es otra historia) a finales de marzo. En principio. Porque, claro, habrá días que no podré escribir nada de nada, pero intentaré compensarlo con otros días en los que tenga más tiempo y pueda sacar un poquito más.

Todo esto es un poco utópico porque de verdad que mi horario es un horror y el nivel de mi agotamiento mental cuando por fin llego a casa roza la estratosfera pero, eh, de sueños se vive. Y marcar metas y fechas límites en los calendarios ayuda, y mucho.

¿Y tú? Dime, ¿te marcas objetivos diarios? ¿Escribes todos los días? ¡Cuéntame lo que te parezca en los comentarios! Y, si te ha gustado, recuerda que puedes suscribirte para no perderte ni una sola entrada y, por supuesto, ¡puedes compartir!

Crédito de la foto: ©Karolina Grabowska for https://www.pexels.com

Elena

12 respuestas a «Mi rutina como escritora | Objetivo: 700»

  1. Hey! Curiosamente, me he marcado el mismo objetivo este año, 700 palabras al día. Y por ahora hay días que no llego a 500 y otros (los menos) que paso de 1000. ¿Lo bueno? Que aunque sea poco, escribo casi todos los días, pero sin el ritmo loco y absorbe-tiempo del NaNo que apenas me dejaba tiempo para estudiar, sino con calma. Creo que marcarme un objetivo diario razonable es una de las mejores decisiones que he tomado para avanzar de manera razonable con mi historia.
    En cuanto a lo que dices del agotamiento al llegar a casa… +1000. Pero he descubierto que pegarme un madrugón compensa mucho, porque me quito al menos parte de las 700 palabras de en medio antes de hacer ninguna otra cosa. Mentiría si dijera que así al llegar a casa puedo descansar, porque este semestre acaba de empezar y ya está siendo mortal, pero al menos no tengo la espinita de no haber escrito nada en todo el día.
    En fin, dearie, que nosotras podemos. :3

    1. Yo es que no puedo madrugar más porque entro a las 8 y es la muerte XDD Pero hoy, por ejemplo, que no he tenido nada por la tarde, he escrito 682 palabras. Que está muy bien y ya significa mucho

  2. Hola!

    Creo que lo de tener un ritmo diario a la hora de escribir es fundamental, porque muchas veces no te sientas a escribir y lo vas dejando, perdiendo esos ratos en tonterías que no llevan a ninguna parte. Tener una meta ayuda a centrarse y a crear esa rutina. Porque escribir requiere esfuerzo y nuestras mentes quieren hacer el vago y librarse del martirio (porque escribir es disfrutar, pero también sufrir y mucho, como bien has dicho).

    Yo desde enero también me lo propuse, aunque mi reto son solo 200 palabras. Sabía que si me ponía más encima terminaría por dejarlo, así que quise ser realista y conseguir esas 200 frente a ninguna si abandonaba, y la mayoría de los días las supero. Porque lo importante es sentarse, una vez que has puesto el culo en la silla con cierta determinación todo va sobre ruedas, aunque esas ruedas estén ardiendo xDDD (being a writer is easy. it`s like riding a bike except the bike is on fire, you`re on fire, everything is on fire, and you`re in hell).

    Ay, escribir por las mañanas es lo mejor si se puede!! Yo solo lo hago en verano, que me levanto a las seis… pero es que a esas horas los vecinos no tienen ganas de gritar,todo está en silencio y tengo la cabeza fresca. Son los ratos que más disfruto, cuando llegan los horarios nuevos no me pesan, la verdad : D

    1. ¡Hola! Tienes toda la razón: lo importante es ponerse. Da igual si es para escribir 200 o 3000 palabras, la clave está en crear una rutina y avanzar al ritmo que sea, pero hacia adelante. Lo de escribir por las mañanas a mí también me gusta, cuando tengo tiempo… Sobre todo el momento de tomar el primer café del día con la mente preparada para escribir. Pero, igual que tú, no puedo hacerlo todos los días… Los fines de semana, a veces.
      Gracias por pasarte

  3. Reblogueó esto en amadaestrellay comentado:
    Excelente post del blog de la escritora Elena Álvarez, me siento totalmente identificada con las vicisitudes que afronta como escritora novel y que a todos nos sucede en distintas etapas de nuestra vida como escritores. Escribir no es una carrera de velocidad sino una maratón de resistencia, donde muchas veces lo único que te sostiene es la fe

    1. ¡Muchas gracias por tus palabras! Siempre ayuda saber que hay mas escritores ahí fuera que se sienten como tú. ¡Ánimo y un abrazo!

  4. Comento rápidamente que estoy en mitad de mi «rutina», jajaja.
    Para ir acostumbrándome a escribir todos los días, empecé con 200 palabras. Una miseria, pero me creé el hábito y me acostumbré a buscar mis momentos. Me fue bien y pasé a 600. A lo mejor me vine arriba porque cuando no lo hago me siento peor que si hubiera vendido a mi madre. Aun así, me marqué 650 y pretendía aumentar progresivamente.
    Hasta ahí nada destacable… Pero encontré un documento de Excell para ir marcando mi progreso y una de sus herramientas me vino genial. Le puse mi objetivo a largo plazo: quiero escribir tantas palabras en un año. Al apuntar cada día mi número total de palabras, me hace varios cálculos, como cuánto tardaré en cumplir mi objetivo, mi media de palabras diarias, cuántas palabras debería escribir al día siguiente para mantener mi objetivo, etc. De esta forma, voy haciéndome una idea de qué tal lo estoy haciendo a través de los días, contando esos en los que escribo muchísimo…, y los que lo único que he escrito es una ristra de caracteres aleatoria aporreando el teclado con mi cabeza.

    PD: Siento no poder ayudar poniendo el documento, lo saqué de la página de una compañera y era para el NaNo. Sé que el documento se llama «NaNoWriMo Report Card 2015.xls»

  5. Mi meta es escribir 1000 palabras al dia. En este momento estoy escribiendo una novela, o al menos estoy en el intento. Desde los 8 años he escrito unicamente poesias, y hace un año y medio pude escribir mi primer libro 🙂 (Libro reflexivo, no de poesias) La verdad es un objetivo que si te propones podes alcanzar tranquilamente. Es generar un habito, no todos los dias escribo, a veces tengo que dejar vagar las ideas para luego sentarme y plasmarlas en un papel. Saludos!

    1. ¡1000 palabras al día! Es un gran objetivo. Y tienes toda la razón: no hay que desanimarse si hay días en los que no se consigue. Lo importante es avanzar de forma global ¡y creo que tú estás en el buen camino! Mucho ánimo y espero que lo consigas.

  6. Pues mi objetivo era mucho más ambicioso: unas 1500 palabras al día. Y lo cumplí casi todos los días mientras duró la creación del manuscrito. Este verano he estado trabajando en el último borrador (que me gustaría llamar «definitivo», ¿pero cuándo lo es?) y, viendo que en 4 días se me acaban las vacaciones, estoy haciendo una corrección que tiene de media unas 25000 palabras diarias, porque el borrador cuenta con la friolera de 164.000 palabras (y eso que he intentado quitar toda la paja que he encontrado).
    Cuando acabe este libro, me gustaría mantener el objetivo de las 1500 palabras para la otra novela que tengo en proceso. Siempre es difícil compaginar con tu «otra vida», porque tus horarios nunca son tan estáticos, los días varían y cuando tienes un momento libre, sólo quieres cerrar los ojos y dejar de pensar.
    Veré si lo consigo 😀

    1. ¡1500 palabras! Vaya, ¡enhorabuena! Es un objetivo muy ambicioso, pero me alegro mucho de que consiguieras cumplirlo. ¡Y mucha suerte con esa corrección! Espero que mantengas el ritmo todo lo posible, ¡y que me cuentes qué tal te ha ido con ese borrador! Muchas gracias por pasarte y por tu comentario. ¡Hasta la próxima!

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