La escaleta en yWriter5 | Las herramientas del escritor (5)

Las herramientas del escritor 5 | La escaleta en yWriter5

¡NOVIEMBRE YA ESTÁ AQUÍ! ¿Y eso qué significa? Que por fin se acabó Halloween y que pronto cantar villancicos dejará de estar mal visto. ¡Y que el NaNoWriMo está aquí! Tengo que confesarte que yo nunca he participado: la verdad es que escribir 50.000 palabras en un mes me parece una burrada. Soy más partidaria de fijarme un objetivo diario que sí que pueda cumplir, aunque voy a hacer un pseudo-nano y ayer día 1 empecé a escribir mi nueva novela: ¡sí, esa a la que le faltaba un conflicto!

En la entrada de la semana pasada te hablaba de cómo había llegado de la idea a la escaleta: esta semana voy más allá y te voy a contar cómo puedes utilizar un software estupendo (¡y gratuito!) para definir aún más cada escena de tu novela antes de empezar a escribir: esto te ayudará muchísimo, sobre todo si te has apuntado al NaNo y tienes que escribir mucho en muy poco tiempo, tenerlo todo planificado de antemano hará que tus sesiones de escritura sean mucho más productivas.

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Dale forma a tu novela | De la idea a la escaleta

Dale forma a tu novela | De la idea a la escaleta

HACE UNAS SEMANAS te hablé de mis problemas para encontrarle un conflicto adecuado a mi nueva historia. Como se trata de una reescritura de un proyecto anterior (en realidad, es casi que una nueva novela para los mismos personajes), tenía mucho camino recorrido en cuanto a caracterización de mis protagonistas: los conozco, sé qué voz tienen (esto es un chiste interno que podrás echarme en cara si alguna vez publico esta novela y llegas a leerla) y cómo actúan y, aunque he modificado un poco la dinámica entre los dos personajes principales para hacerla más creíble, la base de su relación es la misma y la comprendo lo suficientemente bien como para acelerar un poco esa fase previa a la escritura.

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Una forma sencilla de reforzar el simbolismo en tu novela

Una forma sencilla de reforzar el simbolismo en tu novela

TU ESTILO COMO ESCRITOR es algo que debes ir buscando y probando a lo largo del tiempo, cultivando muchas patatas y viendo qué funciona para ti y qué no. Habrá cosas que se te den mejor o que te gusten más (en mi caso, los diálogos) y cosas en las que tengas que trabajar a fondo para mejorar (para mí, las descripciones), pero por lo general puedo decirte que es complicado que escribas hoy peor que hace dos años, así que cuanto más practiques mejor lo harás.

Aunque con el tiempo encontrarás cierta uniformidad en tus escritos (porque al fin y al cabo tú eres tú y te expresas de una determinada manera), puedes utilizar recursos de estilo para hacer que cada novela o relato sea único.

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Qué necesitas saber para construir las escenas de tu novela

Cuando la luna brille

LA SEMANA PASADA te hablé un poco de la estructura de las escenas y de cómo elegir las escenas que necesitas para contar una historia. Hoy vengo para añadir un poco de teoría a todo eso, con una lista de artículos muy interesantes sobre las escenas y la escaleta que espero que te ayuden con la estructura y la planificación de tu novela.

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Cómo separar el grano de la paja en tu novela

Cómo separar el grano de la paja en tu novela

CUANDO ESTABA ESCRIBIENDO el primer borrador de la novela que estoy en proceso de corregir ahora mismo (para la que me puse a buscar como loca si había lecheros en Berlín en 1961), tuve varios baches de escritura. No es la primera vez que me atasco, ni será la última, pero sí que ha sido especialmente duro para mí terminar esta novela, entre otras cosas porque he tardado más de lo que suelo en acabarla (también porque es más larga que las que he escrito antes) y porque la empecé antes de tiempo: sabía cómo quería que fuera el final pero no tenía claros puntos muy importantes de la estructura (como quién quería que fuera mi narrador) ni del tono que quería darle, así que no sabía cómo iba a llegar a ese final.

Normalmente, suelo planificar las cosas con mucho más cuidado y me hago una escaleta o lista de escenas, o por lo menos de lo que quiero que pase en cada capítulo. Pero esta vez me lancé a la piscina demasiado rápido, con cosas como «1971, Heike» como TODA indicación de lo que iba a ocurrir en el capítulo 3 (un capítulo que debía tener cerca de 15.000 palabras y que, claramente, iba a necesitar algo más que monólogos internos del personaje cuyo punto de vista quería explotar para funcionar).

Además, como me marqué a mí misma un objetivo diario de 700 palabras que me decidí a cumplir, la consecuencia clara de todo esto es que había días que me sentaba ante el Word sin saber qué se suponía que tenía que hacer con mis personajes. Así que ahora, corrigiendo, me toca leer (y eliminar o, al menos resumir), párrafos y párrafos de descripción de cómo mi Heike se prepara un café, se lo toma, mira el reloj de pared de la cocina, se levanta y lava los cacharros, limpia la encimera, se mira al espejo del pasillo, va al cuarto de baño, decide que es buen momento para fregar el suelo, etc. Es decir: paja. Relleno que escribí para cumplir con las 700 palabras diarias mientras encontraba la manera de hacer que Heike se decidiera a salir de casa y a ir a hablar con Fulanito de tal, que era lo que me interesaba que pasara.

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La estructura narrativa de los tres actos

Esquinas Dobladas

EL NÚMERO TRES siempre ha sido clave a la hora de contar historias. En los cuentos populares (por los que no me avergüenza admitir que tengo una especial debilidad) siempre son tres las pruebas que debe superar el príncipe y tres los hermanos que salen en busca de aventuras. En la versión de Perrault, la Cenicienta acude a tres bailes durante tres noches seguidas; tres los intentos que tenía la hija del molinero para averiguar el nombre del Enano Saltarín (Rumplestiltskin) y tres eran las cualidades de la Blancanieves de los hermanos Grimm: blanca como la nieve (piel), roja como la sangre (labios), negra como el ébano (pelo). Y, por supuesto, no podemos olvidarnos de Los Tres Cerditos.

También son tres las partes tradicionales del cuento: la introducción, el nudo y el desenlace, en las que se basa esto de la estructura de los tres actos. De hecho, se trata de un modelo tan extendido que es más que probable que tú mismo hayas estado utilizándolo hasta cierto punto sin ni siquiera saber que lo estabas haciendo… La lógica te dice que tienes que presentar la situación y los personajes antes de que comience el conflicto propiamente dicho, entre otras razones porque necesitas que tus lectores empaticen con tus protagonistas antes de empezar a tirarles desgracias a la cara: necesitas que se interesen por lo que pueda pasarles. Pero, créeme, es mucho más sencillo y cómodo sentarte con un esquema de esta estructura y preguntarte cuáles van a ser tus puntos de inflexión antes de empezar a escribir que pararte en la página 74 porque no sabes adónde estás llevando tu historia y no tienes claro si has aumentado la tensión lo suficiente como para llegar ya al clímax. ¡Ojo! Esto no significa que no puedas ser un escritor de brújula. No quiere decir que tengas que tener una escaleta perfectamente detallada de cada escena de tu novela: simplemente necesitas saber más o menos en qué punto va a morir el mejor amigo del protagonista, por ejemplo. Y guiar las emociones de tu lector para que en ese punto se le escape la lagrimita que estás buscando.

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Qué debes hacer antes de empezar a escribir una novela

Qué debes hacer antes de empezar a escribir una novela

POR SI ACASO, antes de comenzar voy a reiterar que los consejos que iré explicando a continuación son fruto de mi experiencia personal de ensayo y error. De las diecisiete novelas que he empezado a escribir a lo largo de mi vida, he terminado quince (unas con mejores resultados que otras, todo hay que decirlo), y es a partir de este bagaje que me autodenomino pseudo-experta en el arte de no dejarse vencer por el Síndrome de la Página en Blanco (el cual es un tema tan interesante que me lo reservo para entradas futuras).

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