Los comentarios en Microsoft Word | Las herramientas del escritor (7)

Los comentarios en Microsoft Word | Las herramientas del escritor (7) – Esquinas Dobladas

EN LA ENTRADA DE la semana pasada ya te conté que este verano, con esto de las vacaciones y gracias a una escasez de acceso a internet, he tenido que reaprender a escribir sin documentarme. O, lo que es lo mismo, he hecho un esfuerzo por seguir escribiendo: nada de pararme a completar detalles y, por supuesto, nada de pasar tres horas de reloj mirando a la pantalla porque hay una palabra que no me viene a la mente. Al fin y al cabo, ya habrá tiempo de volver a todo eso  cuando comience a corregir la novela.

No quiero ponerme pesada repitiendo lo mucho que ha aumentado mi productividad desde que he decidido regresar a mis orígenes y escribo sin distracciones, pero es que es así. Una media de 1000 palabras al día, un grandísimo empujón a la novela y, sobre todo, la sensación de que estoy avanzando; de que por fin esto toma forma, que es algo que, sinceramente, con este proyecto no me pasaba desde que comencé a planificar su estructura hace cosa de un año (además, tuve un bache allá por la mitad, que por suerte pude superar). ¿Y cuál ha sido la clave? Puede parecer simple, pero ponerme a escribir.

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Cómo corregir tu novela en 9 sencillos pasos

Cómo corregir tu novela en 9 sencillos pasos

LO MÁS DIFÍCIL DE ESCRIBIR UNA NOVELA no es el hecho de escribirla en sí, sino lo que viene antes (la planificación) y lo que viene después (la corrección). A mí me cuesta sobre todo ponerme a corregir, porque siempre tengo que quitar y añadir cosas, porque a todos nos atacan las inseguridades cuando hacemos cambios importantes y porque, al fin y al cabo, es un proceso duro y hasta repetitivo que puede incluso hacerme aborrecer lo que he escrito.

Tanto si es tu primera novela como si es la número 47, lo mejor es que sigas un proceso relativamente reglado a la hora de corregir. No hace falta que te impongas tampoco una disciplina militar, pero por lo menos asegúrate de terminar una fase antes de empezar con la siguiente (más que nada porque dividir una tarea grande en pequeñas tareas más pequeñas es siempre una buena idea, ya que marcarte objetivos a corto plazo es más efectivo para que tu cerebro se sienta satisfecho cuando los vas cumpliendo).

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La estructura narrativa de los tres actos

Esquinas Dobladas

EL NÚMERO TRES siempre ha sido clave a la hora de contar historias. En los cuentos populares (por los que no me avergüenza admitir que tengo una especial debilidad) siempre son tres las pruebas que debe superar el príncipe y tres los hermanos que salen en busca de aventuras. En la versión de Perrault, la Cenicienta acude a tres bailes durante tres noches seguidas; tres los intentos que tenía la hija del molinero para averiguar el nombre del Enano Saltarín (Rumplestiltskin) y tres eran las cualidades de la Blancanieves de los hermanos Grimm: blanca como la nieve (piel), roja como la sangre (labios), negra como el ébano (pelo). Y, por supuesto, no podemos olvidarnos de Los Tres Cerditos.

También son tres las partes tradicionales del cuento: la introducción, el nudo y el desenlace, en las que se basa esto de la estructura de los tres actos. De hecho, se trata de un modelo tan extendido que es más que probable que tú mismo hayas estado utilizándolo hasta cierto punto sin ni siquiera saber que lo estabas haciendo… La lógica te dice que tienes que presentar la situación y los personajes antes de que comience el conflicto propiamente dicho, entre otras razones porque necesitas que tus lectores empaticen con tus protagonistas antes de empezar a tirarles desgracias a la cara: necesitas que se interesen por lo que pueda pasarles. Pero, créeme, es mucho más sencillo y cómodo sentarte con un esquema de esta estructura y preguntarte cuáles van a ser tus puntos de inflexión antes de empezar a escribir que pararte en la página 74 porque no sabes adónde estás llevando tu historia y no tienes claro si has aumentado la tensión lo suficiente como para llegar ya al clímax. ¡Ojo! Esto no significa que no puedas ser un escritor de brújula. No quiere decir que tengas que tener una escaleta perfectamente detallada de cada escena de tu novela: simplemente necesitas saber más o menos en qué punto va a morir el mejor amigo del protagonista, por ejemplo. Y guiar las emociones de tu lector para que en ese punto se le escape la lagrimita que estás buscando.

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¿Y ahora, qué? | Objetivo: 700

Esa nube tiene forma de oveja

HOY VENGO con una grandísima noticia: ¡he terminado de escribir una nueva novela!

El día 24 de abril, después de muchos meses de trabajo, frustraciones y alegrías, le puse punto y final a mi proyecto ambientado en la Guerra Fría, en Berlín.

(Bueno, en realidad esto no es del todo cierto: lo que he terminado es un primerísimo borrador que va a necesitar unas cuantas correcciones a fondo para estar medianamente presentable, pero de eso hablaré luego.)

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